Es una sólida y enorme emoción con la capacidad de abarcar todo lo que toca, como si de unas gigantes y extensas alas se tratara.
Esta emoción se manifiesta, producto de una actitud, de una manera de vivir y de entender la vida y sus circunstancias.
Adquirir o poseer un profundo conocimiento de lo interno, nos hace comprender mejor lo externo, y nos da una acertada forma de gestionar cada uno de los acontecimientos, grandes o pequeños, que se nos presentan en nuestra vida. Ser feliz, es una decisión de cada uno.
Es elegir pararse en el lado del amor, o en la vereda de enfrente del miedo.
Deje su comentario