Si quieres reírte con ganas y de verdad, antes permítete llorar abierta y sinceramente.
Si quieres experimentar el tamaño de tu grandeza, no esquives la oportunidad de sufrir un profundo desgarro en tu corazón.
Si quieres sentir lo que es estar agradecidamente vivo, entrégate antes a vivir una abrumadora e inesperada emoción.
Si quieres sentirte libre como un pájaro flotando entre las montañas, no esquives, ni niegues tus crisis. Enfréntalas y atraviésalas, una por una, con pasión y agradecimiento.
Si quieres saber lo que es vivir en plena felicidad…, luego de pasar por todas estas tormentas de sentimientos:
• Acepta tu camino sin comparaciones.
• Enamórate de tu vida, y no pierdas tu valioso tiempo en vivir la vida de los demás.
• Agradece todo lo que en ella se te presenta porque has venido a cruzarte con ello específicamente.
• No temas expresar tu amor y poner a tu corazón por delante en cada decisión o discernimiento, ellos son los únicos que nunca se equivocan.
• No prejuzgues ni etiquetes, las diferencias te hacen pobre.
• Disfruta de tu crecimiento personal, tu evolución y tu día a día. Son un regalo!
• Cuéntale todo esto al mundo como experiencia, para que los demás lo puedan experimentar y disfrutar.
Para alcanzar un consolidado estado de felicidad, es importante darle sentido a lo que hacemos con nuestra vida.
Para ello es esencial saber qué hemos venido a hacer, cuál es el sentido de estar vivos y el significado que tiene nuestra vida.
Con esta información en nuestro poder, se nos abren nuestros ojos y nuestros sentidos de par en par. Podemos ver como se manifiesta la vida y nuestro camino en ella. Percibimos el funcionamiento de la vida, su manera de rodar, de expresarse, de dialogar con nosotros. La vida está hablándonos y diciéndonos cosas, en todo momento y lugar. Se manifiesta permanentemente, mostrándonos el mejor camino a escoger para nosotros y nuestros propios intereses.
Todo lo que necesitamos saber, lo tenemos a nuestra disposición siempre, porque ya lo sabemos. El tema es que no la escuchamos, no la observamos, no nos detenemos a mirarla a los ojos y sentir su gran poder de comunicación. Sabiamente la vida nos muestra, nos ofrece, la información deseada, para que podamos recordar, para que la veamos como en un tablero de ajedrez, y podamos discernir en cada una de nuestras decisiones, en cada una de nuestras creaciones.
Cuando comprendemos esta básica, pero valiosa información, se nos aclara entonces todo nuestro enfoque de vida.
Entendemos finalmente, cuál es nuestro objetivo aquí, nuestro rol de vida. Se nos revela de manera natural, simple y espontánea, lo que tenemos que hacer, lo que nos hace bien, lo que nos da sentido, lo que nos conduce allí a donde en verdad debemos ir.
Sabemos lo que somos y quién queremos ser.
Empezamos a vivir una vida más libre, más abierta, más agradable, más amable, muy precisa, sin enredos, y lo más importante, disfrutando felizmente de estar haciendo lo que nos hace bien de verdad, y nos alimenta el alma.
Hacer lo que somos es un regalo que le hacemos al alma!
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